Cultos

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 1º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 2º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 3º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 4º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 5º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 6º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 7º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 8º

Novena a Nuestro Padre Jesús del Perdón Día 9º

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2022

AUDIOS DEL NOVENARIO A N.P. JESÚS DEL PERDÓN 2022

Si queremos dejar algún apunte de este novenario, para el lector que indague con el paso del tiempo, en cómo fueron aquellos días, habrá que decir que ha sido el de la nueva normalidad, el de la convivencia renovada, a pesar de que la pandemia no se ha erradicado, el de volver a ver el templo lleno de personas deseosas de escuchar, de participar, de salir, cada noche, a la calle, con la sensación de que el tiempo empleado no ha sido en balde y de que el contacto con el o la próxima, sin guardar esa distancia de años anteriores, de “apestados”, es una hermosa forma de convivencia.

DÍA PRIMERO. –

Estemos al acecho de Jesús, durante estos días, para que nos renueve…

Y ponga al día nuestra fe. Hagamos memoria, para ponernos al día; no nos quedemos en costumbres o tradiciones, que, sin darnos cuenta, pueden tapar lo fundamental.

Dejémonos mirar por Dios, que nos está pidiendo que participemos de esa historia de salvación, que se inició en la Creación y se plenificó con la muerte y resurrección de su Hijo.

DÍA SEGUNDO. –

Bienaventurados los pobres de espíritu y los mansos de corazón.

Las Bienaventuranzas, nos hablan de cómo es Dios y nos presentan su Palabra hecha carne.

Jesús se dirige a los pobres, porque son los que acuden a oírlos. Son personas que, incluso en el templo, han sido rechazadas y declaradas indignas de entrar allí. En Jesús, encuentran la acogida.

Los mansos a los que se refiere Jesús, son los no violentos, que optan, desde abajo, a conseguir la igualdad y la fraternidad.

DÍA TERCERO. – -don José Jerónimo López Rubio-

Bienaventuranzas. El deseo de ser felices.

Las Bienaventuranzas, no basta con escucharlas una y otra vez. Hay que acogerlas, interiorizarlas, dejarlas entrar en nosotros. Evitar la rutina. Dejar que penetren en nosotros y preguntarnos por el mensaje que traen, hoy, para cada uno. Jesús, está respondiendo a algo que llevamos dentro: EL DESEO DE SER FELICES.

DÍA CUARTO. – -Don Benito Huertas Sánchez-

Natividad de la Virgen María.

Hoy se celebra a la Virgen bajo diferentes advocaciones, a lo largo de la geografía española.

En este día, Jesús, el Hijo, nos muestra a su madre, como madre nuestra y, la Madre, nos lleva al Hijo, con ese “Haced lo que Él os diga”.

Una fiesta mariana, siempre tiene que hacer referencia a Cristo.

La Virgen es la primera cristiana. No solo es madre biológica, también es discípula.

DÍA QUINTO. –

Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.

Señor, ¿por qué permitiste esto?

No tenemos respuestas para todo.

El mundo del dolor, la lucha y el sufrimiento, es un buen ejemplo.

No vale eso de decir que el Señor nos envía la enfermedad o el dolor, como prueba o castigo.

Curiosamente, lo que más nos duele es el dolor ajeno. Hace que nuestro interior se rebele y hace que huyamos ante lo que nos deja sin palabras.

Y maquillamos el dolor, lo escondemos, lo apartamos. No está bien visto socialmente.

Bienaventurados, benditos, los que saben ver a Dios, también en el dolor.

DÍA SEXTO. –

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia.

Todos tenemos hambre o sed de algo. Necesitamos ser felices.

A veces, tenemos la tentación de pensar: “Cuanto más tenga, más feliz voy a ser”

La tentación de ser, tener o poseer, es infinita y nos impide ver que nos más feliz el que más tiene.

El milagro de Jesús, surge, cuando nosotros le ayudamos con lo poco o mucho que tenemos. Entonces, Él pone lo que falta y siempre sobra abundantemente.

Hay un Dios alimento, pan y vino. Hay una presencia real de Cristo con nosotros, que sacia nuestras hambres, que nos enseña a repartir en lugar de acaparar.

DÍA SEPTIMO. –

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Si nos miramos desde fuera, como en un espejo ¿qué imagen tenemos de nosotros?

La palabra MISERICORDIA, viene de MISERIA y de CORAZÓN, la que tenemos, la que encontramos, la que somos. CORDIA, viene de CORAZÓN.

Ante la miseria ¿qué corazón vas a poner? ¿Qué miseria aceptará el corazón?

Dios se presenta, a través de Jesús, en lo cotidiano y lo sencillo.

La autoridad de Jesús, le viene porque escucha y sirve. Porque nos habla al corazón.

Siempre se pone de parte del débil, del pecador.

La misericordia de Dios, nos acoge y perdona nuestras faltas y pecados.

DÍA OCTAVO. –

Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

La mirada de Jesús, nos ayuda a entender lo que Dios es y lo que Dios quiere.

De fondo, está el cómo vivir la identidad del creyente.

Cabe la tentación de querer justificarnos siempre ante Dios, ante los demás, ante uno mismo.

Necesitamos entrar en nuestro interior y purificar nuestro corazón.

Necesitamos de algo que nos asombre, de un milagro espectacular, para creer. Sin embargo, no somos capaces de ver a Jesús en el pan y el vino que se consagran.

Jesús, nos invita a descubrir la identidad de Dios, para descubrir la nuestra de creyentes.

Si llenamos el corazón de esa presencia pequeña y cotidiana de Dios en nosotros, podremos ser testimonio, de palabra y de obra, de esa presencia en nosotros.

DÍA NOVENO. –

Bienaventurados los que hacen la paz, porque ellos verán a Dios.

Todas las bienaventuranzas nos llevan al encuentro con el Dios de la vida. La de hoy, nos invita a entender lo que es la paz: una tarea permanente a nivel humano.

Vivimos en tiempos revueltos, en que se quiere dar una paz impuesta, que intenta impedir la guerra. Hasta cuando nos encontramos con Dios, también llevamos conflictos internos.

La paz de esta bienaventuranza, va mucho más adentro. Es la paz interior.

Jesús nos dejó su paz. La que nos hace acercarnos a Dios.

DÍA DÉCIMO. –

Por qué hacemos fiesta en honor de la Cruz. –Don Benito Huertas Sánchez-

Dios es amor y nos quiere por encima de todo, aunque, a veces nos preguntemos por qué vienen los males y las desgracias, sin que el Señor que puede, lo evite. Nos cuesta entender la Cruz, el dolor, el sufrimiento.

¿Por qué hacemos fiesta en honor de la Cruz, si perseguimos la felicidad, no el dolor ni la muerte?

A veces, las más, la única solución que encontramos, es llorar con el que sufre.

Es fácil, si le miramos a Él, a Jesús. Entonces podremos vislumbrar un rayo de luz, un poco de esperanza.

Nuestro Dios, no se queda arriba, mirando, sin hacer nada. La salvación que nos trae es desde la Tierra, a nuestro lado.

Dios no hace las cosas de manera mágica. Se mete en nuestro mundo. Camino junto a nosotros.

DÍA DÉCIMO. –  Función solemne en honor de N.P. Jesús del Perdón.

Depositamos en el altar, nuestra gratitud por la vida.

Celebramos la festividad de Nuestro Padre Jesús del Perdón. Este año, con la práctica normalidad de siempre, que tanto hemos echado en falta en los pasados años.

Traemos ante el Señor el camino recorrido y depositamos en su altar nuestra gratitud por la vida y por todo lo que ella suscita y todos los proyectos, retos, esfuerzos e ilusiones de nuestra vida personal y familiar.

El centro de la fiesta es Jesús de Nazaret, que pasó haciendo el bien y creando un estilo para alcanzar el Reino de los Cielos, por medio del camino que cada uno va haciendo.

Durante estos días hemos revisado el Programa del Reino, las Bienaventuranzas, siendo fieles auténticos, pequeñas luces en vasijas de barro, para iluminar el mundo con nuestra fe en Jesús.

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2021

AUDIOS DE LAS PREDICACIONES DEL NOVENARIO 2021

A lo largo de los años, podemos pasar por el Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón y calificar a cada predicador, normalmente, según nuestro estado de ánimo o, quizás, según nuestros gustos personales, respecto a los diferentes temas o apartados que trata el Evangelio.

Pero, con esta recopilación de las predicaciones diarias, desde la Hermandad, pretendemos que, al igual que nosotros, viváis la experiencia de, tranquila y sosegadamente, volver a escuchar estas reflexiones que, seguro que caen sobre tierra ya mullida y fertilizada previamente, con la oración y la caridad y contribuyen, de manera importante, a reafirmar esa semilla ya depositada en nuestros corazones.

DÍA PRIMERO. –

Tan compasión de mí.

Los milagros de curación, en el Evangelio, nos invitan a mirar a Jesús, dando forma nueva a la Creación, que por el pecado no ha llegado a su plenitud.

DÍA SEGUNDO. –

Encuentro liberador, sanador …

Pablo se alegra de los sufrimientos padecidos por Cristo.

Jesucristo, provoca la conversión mediante el encuentro con Pablo.

Toda nuestra vida puede cambiar por este encuentro liberador.

DÍA TERCERO. –

Le seguía una multitud.

Jesús nombra a los apóstoles. Nombrar a alguien, significa conocimiento, relación, ganas de compartir la vida con ese alguien.

En contraste con los doce elegidos, una multitud venía a encontrarse con El, para que los curara, para que les concediera lo que nadie más podía darles.

Ser discípulo, significa hacer de la fe algo dinámico, vivo. Es una vocación.

DÍA CUARTO. – [Don Benito]

La Natividad de la Virgen María.

Hablar de la Virgen, nos lleva siempre a hablar de Jesús.

Dios tiene planes sobre la Virgen, para que colabore con sus proyectos y cuenta con ella para ser la madre del Redentor, del Salvador, para acercarse lo más posible a los humanos.

Dios, también tiene planes para nosotros y espera que respondamos afirmativamente. Pero a veces, nos cuesta dar nuestro sí. Nos cuesta decirle: “Señor, ¿qué quieres de mí?

La Virgen y San José, son un modelo de respuesta, de fidelidad. Jesús pertenece a la familia humana. Es de carne y hueso. Nada humano le es ajeno.

DÍA QUINTO. –

Sed misericordiosos…

Sed como vuestro Padre celestial: misericordiosos, santos, perfectos.

A veces, podemos confundir la misericordia, que no solo es saber perdonar, sino poner y prestar el corazón en lo pobre, en lo mísero.

DÍA SEXTO

Luz del mundo y sal de la tierra.

Podemos preguntarnos ¿para qué sirve un cristiano?

La respuesta, deberían ser aquellas palabras del Señor: “Vosotros sois la luz del mundo y la sal de la tierra”.

Esto se entiende, cuando uno encuentra en el Evangelio la forma de vivir más feliz, más humana, más plena y que hace que los otros vivan más plenamente.

Y añadimos algo más: Debemos ser pastores y guías de este mundo, llevando esa luz a los otros, para que encuentren el sentido de su vida.

DÍA SEPTIMO.

¿Quién dice la gente que soy Yo?

Jesús, quiere saber quién piensan que es Él, los que le acompañan. Una pregunta que se actualiza hoy, para nosotros.

Miremos a Nuestro Padre Jesús del Perdón, no sea que nos pase como a los doce y malinterpretemos la respuesta o queramos un Mesías político o guerrero.

Ese Mesías, ha de padecer, ser humillado, golpeado y… MORIR.

Es el Mesías, el Salvador… Pero lleva una CRUZ.

DÍA OCTAVO.

La fe se encarna.

Ya, en la Iglesia de los primeros siglos, había quien pensaba que, solo conociendo las Escrituras, el Evangelio, o rezando, ya estaban salvados.

Esta creencia sigue pululando en la actual Iglesia. Cuidado.

No consiste en conocer al Señor. No en un conocimiento externo, sino en asimilarlo de corazón.

Seguir al Señor es seguir la lógica de la Encarnación. Seguir la CRUZ Y LA CARNE DEL SALVADOR.

DÍA NOVENO.

Acudir al Señor, no solo por y para nosotros

Tenemos experiencia de acudir y recurrir, especialmente cada viernes, en su Ermita, a quien puede curar, sanar, remediar nuestros males y ayudarnos a conseguir salir airosos en esa empresa o proyecto que acometemos.

Hemos puesto los ojos en Él y hemos reconocido a aquel que nos escucha e intercede por nosotros.

Por eso acudimos y acudiremos al Señor, a Nuestro Padre Jesús del Perdón.

Pero acudir solo cuando lo necesito, tiene un punto de egoísmo.

Tendremos que acudir y recurrir, también, todos los días, a Nuestro Padre Jesús del Perdón, pero no solo por nosotros.

DÍA DECIMO.

Tanto amó Dios al mundo.

Comenzamos agradeciendo tantas cosas que nos regala el Señor.

La Palabra de Dios, nos recuerda que la Cruz está presente en nuestras vidas, más frecuentemente de lo que pensamos.

Recordemos que el evangelio nos enseña que, para ser sus discípulos, hay que tomar nuestras cruces, cargar con ellas y seguir al Señor.

Jesús es el compañero de camino y todo el que camina puede caerse, pero no caminamos a ciegas. Lo hacemos siguiendo a este Hombre, este Varón de Dolores, hacia un destino cierto.

DÍA DECIMO. Función solemne

Tenemos suerte de tener como Patrón a Nuestro Padre Jesús del Perdón.

Tenemos suerte por celebrar a Nuestro Padre Jesús del Perdón, porque, cada vez que lo miramos, recordamos que Dios es Padre y su Hijo tiene rostro humano, que ha actuado como humano y ha sufrido con dolor humano.

Tenemos suerte, porque viendo su rostro y, viéndolo cargado con esa pesada Cruz, sabemos que es un Dios que padece y muere por nosotros.

Y es que, tanto nos ama Dios, tan cercano está a nosotros, que no es un “vete tú a saber”, sino una absoluta realidad a nuestro lado.

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2020

NOVENARIO A NUESTRO PADRE JESÚS DEL PERDÓN 2.020

Podría ser que, cuando pase el tiempo, la memoria, que suele ser selectiva y flaca, nos traiga el recuerdo de un novenario en tiempos de pandemia, con mascarilla, restricción de aforo en el templo, televisada a todos en directo, predicada por nuestro flamante párroco, don Benito Huertas Sánchez y un montón de detalles más, que posiblemente ahora se nos escapan.

Pero… cuando nos pregunten, cómo fue y de qué trató esa predicación, posiblemente, no alcancemos a recordar que la columna vertebral de la predicación giró en torno a la liturgia de cada día, en su primera parte y, una segunda parte, en la que se fueron desgranando los nueve versos en que el predicador dividió el Padrenuestro, esa oración que casi traemos aprendida, no así interiorizada, cuando venimos al mundo.

Nosotros os dejamos aquí un pequeño resumen escrito y el audio de cada una de las predicaciones y la de la función solemne del 14 de septiembre.

PRIMER DÍA – Abba

Resaltó lo especiales y limitadas de las Novenas de este año, pero no menos importante, porque siguen siendo un encuentro especial con el Señor.

Saludó especialmente, a través de la televisión, a los mayores, a los impedidos, a los enfermos, a los que están solos, a los que están tristes. Jesús el Señor los bendice y pedimos al Señor por ellos…

La homilía fue sobre los textos litúrgicos del día y la otra sobre unas catequesis del Papa, sobre el Padrenuestro, la oración tan bonita y tan especial que nos enseñó Jesús.

La primera palabra cuando rezamos el Padrenuestro, es “Padre” “Abbá”, porque el cristiano ya no considera a Dios como un tirano al que hay que hay que temer. Nuestra confianza florece después de conocer y escuchar a Jesús. Puede hablar al Creador, llamándole padre en arameo. Es una de las palabras auténticas de Jesús. Es una palabra íntima y familiar, pero Jesús, cuando nos enseña a rezar, lo primero que nos dice es, que llamemos a Dios, Padre. Dios te busca y te ama, aunque te hayas olvidado de Él.

Para un cristiano, rezar es simplemente decir Padre “Abbá”. Él no os ocultará su rostro, no se encerrará en el silencio. Él os contestará.

SEGUNDO DÍA – Padre nuestro

Vivimos en un mundo individualista. Cada uno va a lo suyo. Dios pregunta a Caín por su hermano y, él contesta: “Soy yo acaso su guardián”. Solemos decir: “Ese no es mi problema” “Cada uno que se apañe como pueda”.

Sin embargo, cada día somos más sensibles hacia los animales, y está bien. Pero quizás vamos menguando en cuanto a la sensibilidad por las personas. Nos dan mucha lástima los animales y no tanto las personas. Solemos pasar olímpicamente del que está en la cuneta.

Somos eslabones de una misma cadena. No caminamos solos. No es una carrera para llegar el primero, no podemos pasar del que va por mal camino. La corrección fraterna es la actitud de Jesús. La preocupación y ocupación por el otro. Un signo de amor.

La plenitud de la voluntad de Dios es el amor. Es la ley fundamental. Ama y haz lo que quieras, decía san Agustín. Es en grupo como nos dirigimos al Padre.

Padre nuestro. Padre de todos nosotros. Aunque nuestra oración sea personal e íntima, el cristiano no deja el mundo fuera, al margen de su oración, sino que lleva a las personas en el corazón.

En la oración del Padrenuestro, falta una palabra y es el YO. Toda la segunda parte de la oración es el NOSOTROS. Pan para todos, perdón para todos. Se reza con el TU y con el NOSOTROS. No hay lugar para el individualismo en el Padrenuestro. Hemos de ser compasivos.

No es PADRE MÍO, sino PADRE NUESTRO.

TERCER DÍA – Que estás en el cielo

Cuando hablamos de Dios como padre, pensamos en nuestros padres, que nos han amado, que han dado su vida por nosotros, pero, ninguno de nosotros ha tenido unos padres perfectos, ni tampoco lo seremos nosotros, como padres. Nuestro amor es imperfecto, como nube mañanera, como rocío matinal que pasa. Como humanos, solemos amar de manera débil e intermitente. Pero hay un amor perfecto: el del Padre Nuestro que está en el cielo. Aunque no hubiera tenido unos padres que me amaran, Dios me ama, nos ama con un amor constante. Dios se hace un tatuaje en su mano con nuestro rostro. Con mi cara, con la tuya. Nos tiene en sus manos y no puede borrarse ese tatuaje, como símbolo de un amor tan grande y tan fuerte.

La frase: “Padre que estás en el cielo”, no quiere expresar lejanía ni distancia, sino calidad del amor de Dios, algo que está por encima del amor humano. Entre el amor de Dios y el amor humano, hay una diferencia radical: el amor de Dios es total, al alcance de la mano, porque Él está con nosotros.

No estamos solos. Somos hijos amadísimos de Dios y no hay nada en la vida que pueda extinguir su amor apasionado por nosotros.

CUARTO DÍA – Santificado sea tu nombre

Coincide con el cumpleaños de la Virgen y a Jesús le gusta que tengamos presente a su Madre. Dios cuenta con ella y le confía sus planes de acercarse lo más posible al ser humano, para estar más cerca de él. Y le confía la misión de vida, para que se identifique con la salvación y sea su compromiso y su vida y, ella acepta sin pensar en todo que significa decirle sí a Dios.

Nos cuesta entender la vida como una vocación, como llamada de Dios que cuenta con nosotros para llevar a cabo su mensaje de salvación. María debe ser una referencia para nosotros y preguntar a Dios ¿Qué quieres de mí? ¿Qué planes tienes para mi vida? Nos cuesta ser fieles a la vocación, a decir sí a lo que Dios quiere de nosotros. Buscamos nuestro bienestar. Parece que nos escondemos de Dios y le regateamos la respuesta.

Santificado sea tu nombre es la primera de las siete peticiones del Padrenuestro. En las tres primeras nos hace entrar en sus deseos dirigidos al Padre. En las cuatro siguientes, es Él quien entra en nosotros.

Toda oración cristiana tiene que estar hecha de contemplación de Dios, de su misterio, de su belleza, de su bondad y, por otro lado, de sincera y valiente petición de lo que necesitamos para vivir bien, con bondad, haciéndolo sin mucha palabrería. Dios es, como una de esas madres a las que les basta una mirada, para entenderlo todo de sus hijos.

En esta petición, se nota la admiración de Jesús por la belleza y la grandeza del Padre y el deseo de que todos los corazones los reconozcan y lo amen y santifiquemos su nombre en nuestras familias, en nuestra comunidad, en el mundo entero.

Dios es santo, pero si nosotros no somos santos, si nuestra vida no está santificada, hay una gran incoherencia. La santidad de Dios debe reflejarse en nuestra vida.

QUINTO DÍA – Venga a nosotros tu reino

Día de las bienaventuranzas de san Mateo, con sus correspondientes malaventuranzas o maldiciones, el mensaje del Señor para pobres y ricos y, en este seguimiento del Padrenuestro, correspondía este “venga a nosotros Tu Reino”.

Jesús inició su predicación anunciando “el Reino de los Cielos está cerca, convertíos y creed en la buena noticia”. Fue un anuncio feliz, que trae la noticia de la salvación. Dios nos ama, el Padre nos ama. Está a nuestro lado y quiere que vayamos por el camino de la santidad. Los signos de este Reino, son muchos y muy positivos. Jesús ha venido y está entre nosotros el Reino de Dios, pero no está consumado, porque todavía existe el mal y el pecado, la injusticia y el sufrimiento. Su victoria aún no se ha realizado por completo en nosotros. Por eso, seguimos pidiendo: “Venga a nosotros tu Reino”. Es igual que decirle: “Padre, te necesitamos”.

El Reino de Dios es como Jesús: sencillo, humilde, pobre, dando la vida, sembrando el bien y la verdad. Es un regalo. Una gracia de Dios.

Trabajemos por el Reino de Dios, de la vida, de la justicia, de la paz. VEN SEÑOR JESÚS.

SEXTO DÍA – Hágase tu voluntad.

En esa continuación de las bienaventuranzas, tocaba hoy el tema del amor a los enemigos, algo que nos viene a indicar que no somos santos, que es muy difícil el seguimiento de Cristo, pero este es el camino del cristiano y, en la continuidad del Padre Nuestro, se preguntó sobre cuál es la voluntad de Dios, que no es sino buscar y salvar lo que está perdido.

Cuando nosotros rezamos, pedimos que se cumpla su plan universal de salvación, porque Dios me busca porque me ama. ¡Cuánto amor hay en la búsqueda! Pero ¿en qué pensamos, cada vez que le decimos “hágase tu voluntad”?

La voluntad de Dios, va a favor nuestro, es positiva para el mundo. A lo largo de la Historia, quizás hemos visto a Dios como el que no concede segundas oportunidades, siendo que su voluntad es totalmente positiva. Porque Él quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la Verdad. Dios nos busca y nos atrae, para darnos su salvación y su amor. Para decirnos “te quiero”, estoy y camino contigo. Soy tu luz y tu fuerza para el camino. Te hago mi hijo para siempre.

No somos siervos, somos hijos amados de Dios. Su voluntad para nosotros, es la de un Padre, de una madre.

SEPTIMO DÍA – Danos nuestro pan de cada día

Con esta frase, accedemos a la segunda parte del Padrenuestro. En cuatro momentos, presentamos al Padre nuestras necesidades. Ésta, se parece mucho a la petición de un mendigo, porque no somos criaturas autosuficientes y necesitamos el alimento de cada día, Jesús no pide invocaciones rebuscadas o refinadas, sino cosas de la existencia humana, de los problemas concretos y cotidianos. Todo se puede convertir en oración y el Padrenuestro es una oración de la vida.

Jesús nos enseña a pedir al Padre el pan de cada día, en unión de tanta gente para quien esta oración es un grito. Imaginemos el rezo de esta oración sin ese asidero cómodo de la capacidad de comprar todo lo que queremos. Desde la indigencia, desde la precariedad de una habitación y con una falta total de recursos económicos. Quizás lo rezáramos de otra forma y con otra fuerza.

Padre, haz que tengamos hoy el pan necesario, para nosotros y para todos, entendiendo el pan, además, como agua, medicina, casa, trabajo… Pan nuestro, no pan mío. Porque hemos de pedirlo, no solo para nosotros, sino para toda la fraternidad humana. Si no lo rezamos así, esta oración dejará de ser cristiana y no tendrá sentido. Si el pan que Él nos da, nos lo robamos unos a otros, cómo podemos llamarnos hijos suyos. El amor de Dios, no puede soportar el egoísmo de no compartir el pan.

Los alimentos, no son propiedad privada, son providencia que hemos de compartir con la gracia de Dios. El verdadero milagro de Jesús al multiplicar los panes y los peces, no fue multiplicarlos, sino compartirlos.

OCTAVO DÍA – Perdona nuestras ofensas.

Necesitamos, también, el perdón de cada día. Cuando rezamos, pedimos a Dios que perdone nuestros pecados, todo el mal que hacemos. La peor actitud del cristiano sería la de la soberbia de pensar que siempre tenemos las cuentas en orden con Dios, que todo lo hacemos bien, porque nadie es perfecto.

Si no experimentamos la gracia del perdón, amaremos poco y ese será nuestro pecado. Recibimos el amor y el perdón, de Dios, somos dependientes de Él. Y porque lo recibimos todo de Él, somos sus deudores.

Dios lo perdona todo y siempre. Pero quienes hemos recibido tanto, hemos de aprender a dar mucho y amar mucho. Pensemos si somos capaces de perdonar y, si no es así, habrá que pedirlo insistentemente.

NOVENO DÍA – No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.

Deseamos que el gran proyecto de Dios se cumpla entre nosotros y no seamos un impedimento para ello, que no queramos ser como dioses y organicemos el mundo a nuestro antojo. Queremos ser discípulos, seguidores y colaborar en la misión que el Señor nos da a cada uno y a toda la Iglesia. Pero a veces, la tentación y el mal nos impiden ser fieles.

Entramos en el terreno de nuestra libertad y de las trampas de la vida o del Maligno. Nuestras tentaciones de cara al tener, al poder y al placer, nuestros diosecillos o becerros de oro, a los que queremos adorar, echando a Dios de nuestras vidas.

Dios no es el protagonista de nuestras tentaciones, no nos las manda ni nos pone trampas, no nos pone a prueba. Y cuando el mal aparece en la vida del hombre, lucha contra él, a su lado. Nuestro Dios es el Dios con nosotros. A favor nuestro. Dios vela por nosotros en los momentos más dolorosos o más angustiosos. Siempre está cerca, porque es nuestro padre, Padre nuestro. Un padre que nunca abandona a sus hijos.

Somos capaces de muchas cosas buenas, pero podemos caer en grandes tentaciones, es el mal causado por nosotros, que no sabemos cómo ni de dónde nos llega. Por eso, el primer saludo del Resucitado es paz a vosotros, a vuestras almas, a vuestros corazones.

Él nos da el perdón y la paz. Nosotros le pedimos “líbranos del mal”. Esta es nuestra esperanza, la fuerza que nos da Jesús resucitado, que está en medio de nosotros.

Décimo día – LA CRUZ Y LA EXALTACIÓN

Llama la atención este contrasentido, porque no casan. Nosotros estamos acostumbrados a las cruces bonitas, pero si cayéramos en la cuenta de las cruces de verdad, no podríamos exaltarla.

No siempre es fácil entender la cruz. Solo con la contemplación se puede avanzar en este misterio de amor, echándole tiempo junto al Señor. Jesús al explicárselo a Nicodemo, usa los verbos subir y bajar. Jesús bajó del cielo y se humillo, por amor, para subirnos a nosotros y por eso Dios lo exaltó y lo hizo subir. Ese es el misterio de la Cruz.

Las tentaciones a evitar: La de un Cristo sin cruz, hacer de Él un maestro espiritual, que te lleva por la vida tranquilo. La otra es la Cruz sin Cristo, permanecer abajo hundidos con el peso del pecado, la enfermedad o el dolor. Con la cruz, pero sin esperanza. Sería como una tragedia griega sin solución.

La Cruz es un misterio de amor, fiel, noble. Luego con el corazón y la mente, con todo el cuerpo, comprenderemos algo. Celebramos a Cristo, como Nuestro Padre Jesús del Perdón y en él celebramos nuestra historia, nuestras tradiciones, nuestra identidad. En torno a él nos unimos como pueblo, como comunidad.

No por guardar una tradición o por rutina, sino porque es un bien para nuestro pueblo, al que aporta los valores de Cristo, la Hermandad, también, está obligada a conservar y difundir todo lo que Cristo es capaz de aportarnos, configurados e injertados en Él, con la coherencia de una vida evangélica, como discípulos y seguidores suyos. No le seguimos con las ideas, sino con nuestras vidas. El encuentro con Jesús, nos conviene, nos convierte, nos fortalece y nos envía.

 

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2019

Merece la pena, un año más, dejarlo ahí, en el apartado que tenemos en nuestra web de Hermandad, para que volvamos sobre él unas cuantas veces. Merece la pena, porque no se puede decir más en tan poco tiempo y, eso es una agradable novedad. Pero es que, además, lo que nos regaló don José-Felipe Fernández López, fue como esos alimentos concentrados, que tienen toda la sustancia en una pequeña píldora. Conciso, constante, importante, brillante y con enjundia. Los allí reunidos, cuando llegaba el final de cada día, con una duración de no más de quince minutos cada predicación, quedábamos pidiendo más y, eso es lo importante, que no se pierda la atención, porque es una forma excelente de asimilar lo que se escucha. Pensamos que acertó plenamente y la Hermandad se lo agradece sinceramente.

Los ocho primeros días, el predicador, se fijó como punto de partida, sobre una parte de la imagen, de la “anatomía” de Nuestro Padre Jesús del Perdón y así fue desgranando sus observaciones y meditaciones sobre:

DIA 1º.- LAS MANOS DE JESÚS: Manos generadoras de vida a imagen de Dios Padre, que han creado todo lo que somos y tenemos, portadoras de salvación, sanadoras, siempre ofreciendo perdón y misericordia, siempre acariciando el rostro del ser humano. Son manos humanas, que Dios se ha hecho como las nuestras. Saben de vida, porque Dios es como nosotros. Y nuestras manos: ¿cuidan la Creación o la destruyen? ¿generan vida y salvación a nuestro alrededor? ¿ofertan reconciliación y encuentro? Dios tiene, ahora, nuestras manos para todo ello. Jesús, quiere que agarremos las redes y anunciemos con nuestras vidas el Evangelio.

DIA 2º.- LA CABEZA DE JESÚS: En el Antiguo Testamento, el vocablo cabeza, se utiliza para remarcar el liderazgo de las personas, al frente del pueblo de Dios: Abraham, Jacob, José, Moisés, todos son ungidos profetas, reyes, jueces… La cabeza es el lugar del pensamiento y el raciocinio, del corazón y el sentimiento.

Cristo es el gran líder para los cristianos. La cabeza de la Iglesia que ha venido a servirnos, a ofrecernos la salvación y nos abre el camino a la resurrección. Es un liderazgo que rompe todas las facetas de ser líder. La Palabra de Dios, en boca de Jesús, es novedosa y toca el corazón, provocando un cambio de vida. Y nosotros, tenemos que ser líderes, poniéndonos al servicio de los demás, haciendo lo que nadie quiere, estando con los últimos, con nuestra parte de sufrimiento.

DIA 3º.- LOS PIES DE JESÚS: Los pies, en la tradición de la Biblia, significan ponerse en camino. El primero fue Abraham, sin saber cómo era esa tierra que le prometió el Señor. Ponerse en camino, significa fiarse, andar, buscar. Moisés hizo que un pueblo se pusiera en camino. Porque no se camina solo, se hace en comunidad. Es liberarse. Nos damos cuenta de lo que teníamos, a veces, cuando vamos por un camino que no queremos. Hay que llevar mensajes de buenas noticias, de misericordia y amor. Jesús se puso en camino, y fue ungido por Dios, pero antes estuvo preparándose treinta años. La vocación, es ponerse en camino, cuando hemos descubierto la voluntad de Dios en nuestras vidas. Y el mensaje que hemos de llevar es sencillo: “Cristo nos ama, Dios nos ama y vive en nosotros, nos trae la salvación, la merezcamos o no”. Los pies del cristiano deben ser como los de Jesús, preparándose, para ponernos en camino, con la formación y la oración.

DIA 4º.- EL CORAZÓN DE JESÚS: Identificamos el corazón con el lugar de los sentimientos, pero el corazón, para el pueblo de Israel es el lugar de la conducta. En el corazón, se hallan los afectos que impactan en nuestra vida y la transforman. La afectividad es algo fundamental en el aspecto religioso y los afectos tocan al pensamiento, a la conducta y al ser profundo de la persona. Cristo ¿nos ha afectado hasta lo hondo del corazón, igual que afectó a la Samaritana o a Zaqueo o al ladrón arrepentido, en la cruz, con una sola frase? El corazón tiene que ver con la inteligencia y la sabiduría, conociéndome y conociendo a las personas. El corazón de Cristo es un corazón afectado por cada una de nuestras vidas. ¿Nos afecta lo que pasa a nuestro alrededor? Jesús, mira al centro de la persona, a su corazón. Dejémonos llevar por los afectos y no por los sentimientos. Dejemos que Cristo entre en lo hondo de nuestro corazón. María se dejó afectar y dejó el corazón en manos de su Hijo.

DIA 5º.- JESÚS DE RODILLAS: La salvación se inicia estando de rodillas. Cristo acompaña al que sufre. Arrodillarse, en la Biblia, significa sometimiento y reconocimiento de que hay alguien superior: Dios. Es un sentido de súplica. El leproso se arrodilla. El joven rico, también. Arrodillarse para orar, es respeto y admiración. El Señor nos pide arrodillarnos ante un signo de tal grandeza como la Eucaristía. Jesús del Perdón, está de rodillas y significa hasta donde ha querido llegar: hasta el suelo, por nosotros. Símbolo de derrota humana, el Hijo de Dios se cae. Es tan grande, que puede dejarse caer. Pero se levantó. Estar de rodillas, significa dar sentido al sufrimiento. El Hijo de Dios, decide arrodillarse delante de nosotros porque nos quiere: “Aquí estoy por ti, porque te amo y siempre te voy a amar”. Caemos por nuestro pecado y nuestra enfermedad, acompañados por la misericordia de Dios, que nos ayuda a levantarnos.

DIA 6º.- LA MIRADA DE JESÚS: Nos mira y lo miramos. En la Biblia, (AT) la mirada de Dios al ser humano es con cariño. (Sirácida 17). Dios quiere que reconozcamos lo que ha hecho por nosotros. Cuando lo miramos con fe, ahí está el sentido de nuestras vidas. Dios, tiene predilección por los más humildes, por los que ponen su confianza en Él. Hemos de confiar en Dios. Sobre todo, en la dificultad. La mirada entre Dios y el hombre, se convierte en súplica y oración. Las miradas de Cristo en el NT: A Pedro cuando lo invita a seguirlo: es mirada de misión, de vocación. A Pedro en la casa de Caifás: recuerdo del compromiso contraído que restaura él con las lágrimas. Al joven rico: Mirada de amor, mirada interrogadora que abre el corazón de Jesús a nuestras vidas, para cambiar a mejor. La mirada del cristiano, debe ser hacia la realidad, amando una mirada que cambie el mundo, que lo restaure. Cristo, con su mirada, nos interpela, nos provoca, y nos envía. Es mirada de amor.

DIA 7º.- LA CRUZ DE JESÚS: La cruz, es parte de Cristo. Es el resumen y el culmen de toda la historia de la salvación. Dios, desde el pecado de Adán y Eva, siguió ofreciéndonos su amor, para culminar con la entrega de su propio Hijo, para que muriera por nosotros. La cruz, es lo que Dios está dispuesto a hacer por cada uno de nosotros: perdón de los pecados, salvación y vida eterna. La lógica de Dios es que nos creó por amor y abajándose más, se hizo uno de nosotros. Se abajó más y se hizo el más humilde de nosotros. Se abajó más y nos dio la salvación. Por eso el Papa, se dice que es el siervo de los siervos de Dios, como representante de Cristo en la tierra. La cruz, es sabiduría de la que tenemos que aprender, porque es el remedio para nuestra salvación. Dios, decidió morir Él, para que no muriéramos nosotros. La cruz es el misterio de la derrota. Seguimos a un derrotado, al que abandonaron todos. Jesús, entendió que su misión era morir por nosotros. Como ejemplo de amor y entrega, Cristo, no porta, abraza la Cruz. Es el signo del mayor amor.

DIA 8º.- LA TÚNICA DE JESÚS: Hay otras túnicas en el AT: La túnica de José (envidia) se la quitan sus hermanos y lo despojan de sus privilegios. En los libros del Éxodo y el Levítico se dice cómo tiene que ser la túnica de los sacerdotes, porque Dios la reconoce. Una de las obras de misericordia es vestir al desnudo. En Cristo: La túnica: Al que te quite la capa, no se lo impidas. No llevéis túnica de repuesto. Parábola del Hijo Pródigo: cuando vuelve el hijo, su padre dice: “Traed el mejor vestido”. Los cristianos, estamos revestidos de un amor que nos ha hecho hijos. Gesto de Jesús en la Pasión: En el Pretorio, le quitan la túnica y se la ponen camino del Calvario. Al pie de la cruz, se la quitan y la sortean. Túnica, para el cristiano, es la gracia de Dios: Aunque el pecado nos la quite, el perdón nos la repone.

DIA 9º.- CONCLUSIÓN – CONTEMPLACIÓN – IMAGINACIÓN: Había expectación, porque a nadie se le ocurría de qué iba a hablar el último día y, tras dar las gracias, nos anunció que esa reflexión sería algo distinta y confesó su admiración por los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, proponiéndonos que, en silencio, contempláramos la imagen que él había descrito los ocho días anteriores. Que fijáramos la mirada en Jesús del Perdón, pidiéramos la gracia de la oración y fuéramos mirando sus manos, su cabeza, sus pies, su corazón, sus rodillas, su mirada, su cruz, su túnica: “Mira sus manos. ¿De qué te hablan?”  Mira su cabeza. ¿Ves a Cristo como cabeza, líder, puesto a tus pies, dispuesto a servir?” “Vuelve tus ojos a sus pies, hechos para caminar, para llevar un mensaje nuevo” “Llega a su corazón y reclina tu pecho. “¿Cuáles crees que son sus sentimientos?” “Baja la mirada. Acoge la caída de Jesús. Cristo sufre. Se arrodilla delante de nosotros.” “Mira sus ojos. Cristo te llama a seguirle. Te dice: TE QUIERO. ¿Cómo queremos mirar a nuestro prójimo?”. “Contempla la Cruz elegida por Dios para salvarte. Se abaja para servir sin excusas. Victoria en la derrota.” “Mira la túnica. Eres hijo amado de Dios. Nunca perderás esa dignidad.” “Él siempre va a estar esperando que le reces y le escuches.”

A pesar que nos hemos extendido, quizás más de la cuenta. Esto es solo una muestra de lo que dio de sí el Novenario en honor de Nuestro Padre Jesús del Perdón de este año 2019. Fue una lluvia fina que fue cayendo, noche a noche, minuto a minuto y, que no dejó indiferente a nadie. Dejamos en la web las nueve predicaciones de don José Felipe y, también, las de don Secundino y don Luis, en la misa de hermanos y función solemne, respectivamente del día 14, para todo aquel o aquella que no pudiera asistir o se perdiera alguna y recomendamos volver a escucharlas. Veréis que son muy breves pero que te van llenando de Dios, ese que ha estado presente en estos benditos días que pasaron en un suspiro. Una recomendación: no se pierdan esa oración ferviente de don Secundino en su homilía. Creemos que merece la pena volver sobre ella e intentaremos hacerlo.

Gracias a don José Felipe, al que tenemos la suerte de poder seguir escuchando en Manzanares y, gracias a Ti, Señor Arrodillado, por esa esperanza y misericordia que derramas sobre nosotros cada día y, muy especialmente, en esta decena que dedicamos a honrarte, alabarte, venerarte y darte gracias. Bendito seas. 

DIA 10A – HOMILIA DE DON SECUNDINO – MISA DE HERMANOS

DIA 10ºb – HOMILIA DON LUIS GALLEGO – FUNCION SOLEMNE

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2018

Predicación: Hno. Luis Valero Hurtado

En 2018, el predicador ha fue don Luis Valero Hurtado, hermano de San Juan de Dios, natural de Villanueva de los Infantes y residente en Antequera, donde desempeña su labor asistencial y pastoral.

El predicador, fue escogiendo pasajes de los evangelios, sobre los que desarrolló cada una de las nueve predicaciones, con una altura teológica y cristológica muy especial, apoyándose, además, en los sermones de Santo Tomás de Villanueva, en el cuarto centenario de su beatificación.

En sus predicaciones, prevaleció un eje central, que es el de la misión a la que somos enviados cada uno de nosotros, que no es otra que la de evangelizar en nuestros ambientes y en las periferias, porque, si el fruto de esas noches, de escucha y aceptación del mensaje, se queda en eso, nos hará un bien particular en función de lo que hayamos sido capaces de asimilar, pero, Jesús del Perdón nos está pidiendo mucho más. Nos pide que pasemos a la acción, muy especialmente a las personas que pertenecemos a hermandades, cofradías, parroquias, movimientos eclesiales, asociaciones, etc.

Vamos a intentar aquí, hacer un breve resumen, que sirva de introducción al escuchante de los audios, que recomendamos sinceramente:

– La primera noche fue para las CATEQUISTAS DE AMBAS PARROQUIAS y el tema escogido fue la IRRUPCIÓN DE DIOS EN LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD; porque si no lo conocemos, poco podemos amarlo. Necesitamos urgentemente de un encuentro personal con Cristo. Dios no se desentiende de sus criaturas y se acerca al ser humano caído. Por eso nació de una forma y en un lugar extraños, en un establo y colocado en un pesebre. Pero, el recién nacido, tiene por padre a Dios y es el Salvador. María, es la primera en conocer el cumplimiento divino. Una vez nacido, es anunciado a los hombres. Pobreza y sublimidad unidos. El Señor se vale de la debilidad, para vencer el pecado. Aquellos ángeles siguen cantando la Navidad. Veinte siglos después, para nosotros, sigue encarnándose en la pequeñez de nuestras vidas. No pidamos más signos. Abramos nuestro corazón.

– La segunda noche fue para la agrupación local de la ADORACIÓN NOCTURNA, otro testimonio muy especial e íntimo de unas personas comprometidas y, el tema, JESÚS ACOGIDO POR LOS HOMBRES; el nacimiento del Señor desconcertaba. La iniciativa fue suya, quiso venir a nuestro encuentro y el hombre tiene sed de Dios, de algo más. Dios ha hablado de muchas maneras. Nos ha dado a su hijo Jesucristo, la Palabra definitiva, el Verbo Encarnado. El poder y la misericordia, se encuentran. Santo Tomás de Villanueva, escribió: “Recibió el pueblo un saquito de misericordia que se derramó por todo el mundo”. Nace de una virgen, en un establo, es la realidad del cielo y de lo divino, pero es envuelto en pañales y recostado en un pesebre. Jesús viene a saciar la sed de Dios que todos tenemos, la necesidad que puso en camino a los Magos y, con ellos, a los hombres y mujeres de todos los tiempos, porque el hombre está creado para conocer a Dios. Tenemos necesidad de encontrarlo. También en la vida de fe, que ha de madurar, crecer, trabajarla desde la celebración de los sacramentos y la lectura de la Palabra. Dios sigue llamándonos. Pongámonos en camino. La luz de su estrella es la única que lleva al hombre a la verdad. Cuánto trabajo nos cuesta postrarnos ante el Señor. Estamos llamados, como los Magos, a recorrer otros caminos en la vida, aunque los vaivenes del pecado nos distraigan a veces. Hemos de cuidar el encuentro, con una vida de oración, gozos, trabajos y sufrimientos. Ofrezcamos todo lo que somos.

La tercera noche fue para CARITAS INTERPARROQUIAL y, el tema fue la VIDA PUBLICA DE JESÚS. Dios se reveló en su Hijo Jesucristo y los hombres, tenemos la posibilidad de vivir la salvación. Sus palabras y sus obras son parte, signos elocuentes de ese Reino de Dios que ya vive entre nosotros. Jesús es el evangelio, la Palabra de Dios que llega a los mansos de corazón que están en manos de Dios. La pequeñez y la humildad tienen un camino expedito hacia Dios. La evangelización tenemos que hacerla fuera, porque todos los hombres tienen derecho a ser iluminados. Una misma Iglesia que tiene como fin llevar la luz de la salvación, proponiendo caminos de esperanza. Hay que hablar de la fe en todos los ambientes, porque nadie que conoce a Dios se olvida de los demás. Todos los evangelios, dejan abierto el mandato del Señor de que somos enviados a predicar, a evangelizar hasta los confines. Somos enviados a comunicar que la Cruz de Cristo sigue siendo signo de salvación.

–  La cuarta noche, fue para los y las componentes de la PASTORAL DE LA SALUD, un paréntesis en el recorrido cristológico en el que entró, de lleno, el sentido mariano o mariológico, con el tema de la festividad del día, LA PRESENCIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN; por la presencia de la Virgen tanto en la vida pública, como en la privada de Jesús hasta el momento de su muerte, tenemos motivos para gloriarnos en ella, porque, en cierto modo, fuimos ocasión de tal elevación. Si no hubiera sido por la enfermedad de nuestro pecado, no hubiera bajado del cielo el gran médico, lo que ocasionó a la Virgen ser madre de Dios. María, está ligada a nosotros, porque todo sucedió por nuestro demérito. Al mirarla, su elevación nos recuerda nuestra miseria y nuestra necesidad de redención. En la Virgen, se une lo humano y lo divino. Criatura excelsa y especial de la Humanidad en la que se produce el encuentro entre Dios y los hombres. María, es el testimonio de que la humanidad necesita y quiere colaborar con Dios. María, es el gran misterio de Dios que se nos descubre. Madre de Dios, Inmaculada, exenta de cualquier mancha, de cualquier sombra de imperfección. Expresión perfecta y exacta de lo que Dios quiere con los hombres. Por María, estamos llamados a volver a Dios, a ser glorificados en Él y la primera redimida es la Santísima Virgen, modelo y testimonio de lo que la Humanidad entera puede vivir y gozar, para que esa Creación que gime y espera la plena manifestación de Dios, vislumbre, aquí y ahora, hacia dónde caminamos y veamos que, más allá de los muros, hay posibilidad de vida y plenitud. Desde Cristo y en la Virgen María encontramos posibilidades para la esperanza, porque vivir sin ella debe ser terrible.

– El domingo y quinta noche, fue para la ASOCIACIÓN DE VECINOS DEL BARRIO DE SAN BLAS y, el tema, CRISTO ENTRA GLORIOSO EN JERUSALEN; en aquel Domingo de Ramos entra glorioso un Rey humilde, montado en un pollino. Alfombraron su camino con sus mantos, ramas, etc. Porque, los evangelios son los acontecimientos de nuestra salvación en Jerusalén y un prólogo, con todo lo que acontece en su vida pública. Jesús sube a Jerusalén, donde todo profeta ha de manifestarse en el templo; ahí ha de resonar con fuerza y la esperanza mesiánica ha de cumplirse. Seguro que sus seguidores desertarán después, pero es necesario subir a Jerusalén, para dar la vida voluntariamente. Y resultó que, a nadie, nunca, se le hizo tal recibimiento. Los cantos y las alabanzas, como en la noche de Belén, anuncian la presencia del Señor. Antes, Jesús, había llorado contemplándola y anunció su desaparición. Lloró por los que no acogían su venida o no descubrían su presencia en medio de ellos. Jesús, hoy, sigue subiendo a Jerusalén a través del desierto de nuestro mundo y está a nuestro lado en el camino de la vida, sobre todo en el del dolor, la enfermedad o la soledad. Abrámosle de par en par nuestro corazón.

– La sexta noche fue para LOS JOVENES, y el tema elegido LA INSTITUCION DE LA EUCARISTÍA. “Era la última comida con sus discípulos en este mundo e instituyó la Eucaristía y el sacerdocio, mostrándoles la realización de los misterios de nuestra redención. Esto, quedó fuertemente impreso en aquella comunidad cristiana que comenzó a celebrar el día del Señor en sus casas. Llega el momento de la entrega. La muerte está prevista y asumida por Jesús. Son pocos los que se quedan con Él. Los que lo habían aclamado, ya no están. Quedan los que van a ser sus testigos en el mundo entero, los que fundarán la Iglesia. Eucaristía es sacrificio, incruento, que sigue ofreciéndose a Dios, que une el cielo y la tierra; se ve la venida salvífica del Hijo de Dios. La fe, suple lo que falta a nuestro entendimiento. Es la Cena que mostraba cómo acoge Dios a todos, porque la vida de Cristo fue una entrega incondicionada. Cristo se abaja, se arrodilla, como Jesús del Perdón, y asume el sacrificio supremo por nuestra salvación. Todo ello esta simbolizado en cada uno de los millones de eucaristías que la Iglesia continúa celebrando para hablarnos del amor de Dios. Cristo, se da a sí mismo, por nosotros, pobres y pecadores. Se preocupa de darnos este alimento de salvación. No busquemos razonamientos porque es una adhesión de fe. En la Eucaristía, encontramos el alimento que satisface nuestra vida. Reparamos nuestras debilitadas fuerzas para ponernos en camino. Nos llevamos la experiencia del amor misericordioso de Dios. Sin el domingo, sin la Eucaristía, no podemos vivir. Sin la Eucaristía, no puede haber Iglesia. Somos comunidad y hemos de reunirnos en torno a Cristo.” Preciosa esta predicación. Es muy conveniente volver a escucharla.

– La séptima noche fue la dedicada a la VIDA CONSAGRADA, con todo lo que representa ver juntas a un grupo de mujeres que han dado sus vidas a los demás siguiendo la llamada del Señor y el tema, mirando la imagen de N.P. Jesús del Perdón, LA PASION Y MUERTE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. – Cargado con su cruz, camina hacia adelante, para cumplir, hasta el final, el cometido que su Padre le tiene asignado, porque “es conveniente que uno muera y no perezca la nación entera”. El Reino de Dios está presente en medio de su pueblo y Jesucristo pone a Caifás en una gran duda. Porque, si es verdad que ha llegado el Reino de los Cielos y Jesús es el Mesías y hay que caminar hacia la conversión que Él predica… O, si Jesús fuera un farsante… Cómo va a querer Dios igual a los paganos que a los judíos, cómo va a querer igual a los santos que a los pecadores. Había que cambiar muchas cosas, era muy incómodo todo lo que ese Hombre proponía y se inclina por lo segundo, decide que todo en Jesús es falso. La entrega del Señor se realiza por su pasión y muerte, por medio de su sacrificio nos va a redimir, para que pasáramos por su gracia, de siervos del pecado a hijos de Dios, herederos de la vida eterna, haciéndonos semejantes a Él por su gracia. El sacrificio de Jesús fue hecho de una vez para siempre, de tal manera que fueron abolidos y superados los sacrificios de la antigua alianza, dejando de tener sentido, porque Cristo se ha convertido en víctima y sacerdote que realiza el sacrificio de la nueva alianza, como mediador entre Dios y los hombres y satisfizo de una sola vez la salvación que el hombre necesitaba. La Cruz, para el cristiano, es la fuente de la vida. Para vivir, al modo de los sarmientos, hay que estar unidos a la Cruz, a la Pasión del Señor que es luz y camino para la vida del cristiano. Somos canales, por los cuales puede llegar la salvación de Dios a la humanidad. El alma, sedienta, encuentra el amor, contemplando la Cruz de Cristo.

– La octava noche siguió siendo igual de intensa que las anteriores. Recibíamos a los representantes de todo un legado impresionante que tiene medio siglo de entrega y trabajo, bajo el paraguas de la Iglesia local, nuestra querida y nunca suficientemente ponderada REVISTA SIEMBRA y el tema, LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR; es el signo definitivo de nuestra salvación, que no se acaba en la Cruz, en el Gólgota, en el silencio del sepulcro. Todo aquello fue necesario, pero el culmen de esta historia de amor está referido siempre al hecho de la resurrección de Jesús. Es la afirmación de nuestra fe y delimita al que es cristiano del que no lo es. Dios, es fiel con el ser humano y le ha prometido la salvación desde el comienzo de los tiempos. Después de formarlo del barro, el mismo Dios le infundió un soplo de vida y hacía falta que renaciera, que fuera re-creado. La fidelidad de Dios, quedó patente en su Hijo, el hombre Jesucristo, que se hizo obediente hasta la muerte, pero que no conoció la descomposición en el sepulcro. Jesús, está vivo, para nunca más morir y, nuestra fe, nos dice que nosotros mismos estaremos vivos con Él. La tumba quedó vacía. Todo nuestro ser, alma y cuerpo, conocerán la vida en plenitud. Cristo, nos dijo que Dios es amor y, quien vive en el Amor, vive en Él. Hemos de relacionarnos con Él como Padre y Madre, no como un tirano o un Dios inmisericorde. Dios nos ha amado primero. Va delante de nosotros. Al decir que Jesús ha resucitado, afirmamos que nuestra vida tiene sentido, que sabemos bien de dónde venimos y adónde vamos. Necesitamos valores fundamentales en los que afianzar nuestra existencia dentro del gran proyecto salvífico de Dios, porque solamente en Dios, el hombre encuentra su madurez y su plenitud.

– Y la novena noche, llegó al novenario la rejuvenecida JUNTA DE COFRADÍAS DE MANZANARES. El tema, que tenía mucho que ver, era LA IGLESIA, dedicándoles el predicador a las hermandades y cofradías unos minutos para recordarles la importancia de su labor en la evangelización y acercamiento a la Iglesia actual, sobre todo de los jóvenes.

Con la resurrección, acabó el tiempo de Jesucristo y comenzó el de la Iglesia a la que envió su Espíritu para fortalecerla y que se ponga en camino y esté en la calle evangelizando, con la fe que hemos recibido desde el conocimiento y amor de Cristo. La misión empezó a desarrollarse en Pentecostés. Después se repartieron hasta los confines del mundo para llevar el Evangelio de Cristo, la buena noticia de nuestra salvación y toda la Iglesia es enviada con la fuerza del Espíritu Santo. La novedad de la salvación no se puede silenciar, el don hay que hacerlo fructificar. Somos la Iglesia evangelizadora, en camino. Hemos de ser profetas y evangelizadores en nuestro tiempo. Somos el germen que tiene su base en el conocimiento profundo, del que son patrimonio y reflejo dinámico los santos y somos nuevamente enviados a revitalizar esa fe adormecida, esa Iglesia, a veces temerosa, que tiene que estar en la calle, con los suyos. El Concilio Vaticano II ha dicho que es el momento de los laicos en la Iglesia, anunciando a Cristo, que sigue pasando.

– La cosa siguió con la misma altura el décimo día, el de la Exaltación de la Santa Cruz, con una primera homilía muy de guardar, por parte de don Oscar Olivares, en la misa de hermanos, concelebrada junto a don Alfredo Manjavacas.

Para culminar con la función solemne, concelebrada por don Luis Valero, don Luis Gallego, don Secundino Martínez, don Pedro López de la Manzanara y don Miguel Francisco Moraleda Jiménez, en la que tuvo lugar la última predicación del primero, en la que habló sobre la Celebración del Misterio de nuestra salvación, y la Exaltación de la Santa Cruz y aprovechó para agradecer la masiva asistencia y la buena organización del novenario.

“Cristo es el perdón y el amor de Dios sobre el ser humano. Con su muerte, venció el poder del pecado. En Cristo, la Creación ha correspondido a Dios con el amor al Padre y su abajamiento a la voluntad del amor de Dios manifestado. Su muerte, ha mostrado en toda su grandeza al Dios de la Misericordia, que por amor está atento a las necesidades y sufrimientos de los hombres, renovando el amor de la Creación a su Creador y de Éste a sus criaturas. El perdón de Dios está siempre ofrecido, porque su amor es incondicional. Aunque salvados, hemos de seguir considerándonos limitados y necesitados de salvación, porque es vital conocer que el pecado existe; si no, estamos quitando fuerza al propio perdón”

Nos ha acompañado la teología y cristología de Santo Tomás de Villanueva en el IV Centenario de su beatificación, del que trajo multitud de fragmentos de sus sermones, mostrándonos “ese Dios que acompaña el dolor de sus hijos y sufre junto al sufriente; que no es ajeno a los dolores y sufrimientos de la Humanidad; aunque a veces parezca que se ha alejado y permanece en silencio, sigue derramando lágrimas que nos indican que está cerca de nosotros.” “Perdonar, es una medicina muy sana. Necesitamos perdonar. Por eso Cristo pide perdón a su Padre por nosotros y ante sus ojos desfilan todos los pecados de los hombres. Cristo, está perdonando cuando le clavan al madero. ¿Podemos pedirle más? En el momento mismo de subir a la Cruz, está derramando su amor. Pero, claro, es necesario que el ser humano se ponga en camino, pida perdón, reconozca su iniquidad, necesite todavía de la redención. La misericordia, ha de ser el camino de cada día. Reconocer nuestro pecado, nuestras limitaciones, confesarnos pecadores, que no es ningún deshonor y descubrir que seguimos necesitando el amor de Dios. Necesitamos el perdón de Dios, aferrarnos a Él, pedir perdón, confesar los pecados, porque, al que niega su falta ¿quién lo podrá perdonar? Si no hay arrepentimiento no hay posibilidad para el perdón.”

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2015

Predicación: Don Felipe Rosario Bruno

Durante las nueve primeras noches, el predicador, don Felipe Rosario Bruno, descendiente de manzanareños, ha querido que sean protagonistas muchos ministerios eclesiales y grupos sociales; los fue mostrando al pie del altar, en el momento de la homilía y por allí estuvieron los adoradores nocturnos, voluntarios de Caritas, asociaciones de la Divina Pastora y Nuevo Manzanares, pastoral de la salud, banda de música Julián Sánchez Maroto, catequistas, vida consagrada, hermandades y cofradías y consejos pastorales de ambas Parroquias. 

La mañana del sábado fue para el Encuentro de nuestros Mayores con Jesús del Perdón, quienes, en sus sillas de ruedas o sentados en los bancos de la Parroquia, a los pies de su Patrón, disfrutaron de un merecido homenaje. 

Y el 14, la Misa de Hermanos, presidida por don Felipe. Después, Función Solemne presidida por nuestro Obispo y diez sacerdotes. Arriba, el Coro de Cámara Mansil-Nahar con una fenomenal orquesta, cantó la Misa de la JMJ 2012. 

En el transcurso de la misa se entregó la medalla de la Hermandad al predicador, Don Felipe Rosario Bruno y, en el momento de la acción de gracias se obsequió al Obispo, de manos del Hermano Mayor, Rafael-Ángel Huescar Pérez, con una placa, homenaje de la Cofradía.

DÍA PRIMERO. La oración. –Adoración Nocturna–

Jesús nos invita hoy a participar en la Novena, a hablar con Él, a relacionarnos con Él, a escucharlo a Él. A orar.

DÍA SEGUNDO. El amor. –Caritas–

Dios es amor. El que ama, conoce a Dios. La Iglesia tiene a Caritas como un testimonio de amor.

DÍA TERCERO. La vida eterna. –Asociaciones–

Jesús enseña con el poder de Dios. Tengamos los ojos fijos en Él. Fiémonos de Jesús.

Él ha venido a salvarnos. Para que tengamos vida en abundancia.

DÍA CUARTO. La Virgen María –Pastoral de enfermos–

En medio de la novena, nos acercamos a María, siempre cerca de Jesús. Ella, como madre de Dios, influyó mucho en Él, que nos la regaló a la Iglesia, como madre nuestra.

DÍA QUINTO. Santísima Trinidad –AMC Julián Sánchez Maroto–

El Señor nos llama a vivir nuestro Bautismo, a preocuparnos por las cosas del cielo.

DÍA SEXTO. ¿Quién soy yo? –Catequistas–

La Iglesia, somos muchas personas que formamos el pueblo de Dios.

Hoy hablaremos de las personas que nos acercan a Dios, que nos transmiten su fe: los catequistas.

DÍA SÉPTIMO. Vida consagrada.

En este año de la vida consagrada, queremos hacerla visible en nuestra novena. Porque en Manzanares hay personas consagradas, que están haciendo mucho bien a la Iglesia y a las que Dios conoce muy bien.

DÍA OCTAVO. Nuestra vida / Nuestra casa. –Hermandades y cofradías–

A Dios le gusta que nos amemos los unos a los otros. Porque todos trabajamos para el mismo Dios y, el Espíritu Santo ha reunido a representantes de todas las hermandades y cofradías manzanareñas, aquí, esta noche.

DÍA OCTAVO. Encuentro de nuestros mayores con N.P. Jesús del Perdón.

En el marco del novenario, tenemos un recuerdo especial para el mundo de la enfermedad y el dolor. Nuestra comunidad de creyentes, se viste de fiesta para celebrar el Encuentro de nuestros mayores con nuestro Patrono.

Sacerdote concelebrante lector del Evangelio: Padre Darmin Belmar Buendía. BASIDA

Homilía: Don Luis Gallego Villena. Párroco de la Asunción de Nuestra Señora.

DÍA NOVENO. ¿Quién dices tú que soy yo? –Consejos Pastorales–

Las Parroquias funcionan mejor, porque tienen un Consejo Pastoral, personas que dedican su tiempo a trabajar para que todo esté a punto.

Los sacerdotes, sin ese equipo de personas podrían hacer mucho menos de lo que abarcan.

DÍA DÉCIMO. Dios nos alimenta la fe –Exaltación de la Santa Cruz–

Lo mejor que podemos hacer hoy, es venir a la Eucaristía, gustar el amor de Dios, no conformarse solamente con la Procesión de la tarde. Hemos madrugado por es la mejor manera de honrar a Dios, de celebrar su día viniendo a celebrar la Eucaristía. Y Dios, como regalo, nos alimenta con su fe.

DÍA DÉCIMO. Función solemne en honor de N.P. Jesús del Perdón. –Obispo, don Antonio Algora Hernando–

El diálogo de Jesús con Nicodemo, debe despertar nuestra atención, en este día de la Exaltación de la Santa Cruz.

Adorar la cruz, que es el camino de la salvación y la vida, pudiera considerarse una rareza. No se entiende fácilmente que ese sea el modo adecuado de salvarse. 

Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2014

Predicación: Don Secundino Martínez Rubio

Este año, los manzanareños hemos recibido a un nuevo Párroco en la comunidad de Altagracia, Don Secundino Martínez Rubio.

Pondremos una breve entrada para centrar el tema de su predicación de cada día y a continuación les dejamos el audio con su homilía de cada día.

DIA PRIMERO. – Lo del ayuno y las prácticas religiosas…

Pon a Jesús en el centro de tu vida y esto será otra cosa. El ayuno es un buen medio para encontrarse con Dios, pero no un fin. Si me quedo en el ayuno o en las devociones y no llego al encuentro con el Señor, se me ha ido lo más importante.

DIA SEGUNDO. – La corrección fraterna. (Mt 18, 15-20) 

El evangelio de Jesús nos da unas normas sencillas y concretas: Proceder gradualmente y con discreción. No hay que dar de lado al que ha errado, ni publicarlo a los cuatro vientos, poniéndolo en las lenguas de la gente.

DIA TERCERO. – Donde dos o tres están reunidos. (Mt 18, 15-20)

Lo importante, es estar reunidos. No dispersos, ni enfrentados. Que no vivamos descalificándonos unos a otros. Que nos reunamos en el nombre de Jesús y escuchemos su llamada a vivir identificados con Él.

DIA CUARTO. – Hoy es el cumpleaños de la Madre de Jesús. (Mt 1, 18-24) 

Celebramos el nacimiento de la Virgen, que fue para el mundo esperanza y aurora de salvación. En el nacimiento de María, apunta ya la luz del nuevo día, del tiempo nuevo, que traerá el Sol que es Cristo.

DIA QUINTO. – La oración y la acción. (Lc. 6, 12-19)

Jesús, se fue a una montaña y pasó la noche orando. Cuando tenía que tomar una decisión importante, pasaba la noche en oración. Quizás nuestras grandes decisiones deberían surgir tras ese encuentro en oración con el Señor.

DIA SEXTO.- Las bienaventuranzas. (Lc. 6, 20-26)

Las bienaventuranzas, no son consejos exquisitos para unos pocos. Valen para todos los que vienen a oírle y a los que curaba. Son todo un proyecto de felicidad plena y sin límites para cuantos quieran seguir a Jesús.

DIA SÉPTIMO.- El Perdón. (Lc. 6, 27-38)

Eso de amar a los enemigos, de no maldecir, de ofrecer la otra mejilla, de no reclamar cuando alguien se lleva lo tuyo, de querer también a los que no te quieren, ayudar a los que no te ayudan… Tomado al pie de la letra, parece que favorece al que roba, al violento, a los que abusan. ¿Cómo entendemos esto?

DIA OCTAVO. – Críticas y murmuraciones. (Lc 6, 39-42)

Las palabras de Jesús de “ver la mota en el ojo de nuestro hermano y no ver la viga en el nuestro, deberían tener una especial resonancia para nosotros. Tenemos que escucharlas y meditarlas en nuestro corazón, para ponerlas en práctica en nuestra vida diaria.

DIA NOVENO. – Dios no vino a condenar al mundo. (Jn. 3, 13-17)

Este domingo, la Iglesia nos pide que miremos a la Cruz. La Exaltación  de la Santa Cruz, es una fiesta que se viene celebrando desde el siglo IV. Fue la veneración de la Santa Cruz que el obispo de Jerusalén levantó en un estrado, delante de todos y, ante ella, la multitud imploró diciendo: “Señor, ten misericordia”. 

DECIMO DÍA. – Exaltación de la Santa Cruz (Jn. 3, 13-17) 

Honramos la Cruz de Cristo y al Crucificado, camino del Calvario, porque, en ella honramos el amor que Dios nos manifestó. No ensalzamos el sufrimiento, ni la inmolación, ni la muerte, sino el amor, la cercanía, la solidaridad que Dios ha querido tener con nosotros, aunque eso le causara la muerte.

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