Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2011
Predicación: Don José Berlanga Chaves
NOVENA A NUESTRO PADRE JESÚS DEL PERDÓN 2011
Siete evangelios para el perdón.
Este año, como gracia que Jesús nos concede y como propina a tantos años al servicio de los feligreses y estudiantes de Manzanares, en el momento de su adiós, porque ha marchado al convento dominico de Granada, su nuevo destino, ha predicado el novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón el fraile de la orden de los Predicadores, el dominico Don José Berlanga Chaves.
Dejamos unas pequeñas pinceladas de todo lo que escuchamos en esas noches de septiembre en la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en presencia de la bendita imagen de nuestro Padre y Patrón y con el templo abarrotado desde el primer día.
DIA PRIMERO. – LA IMAGEN Y EL CAMINO.
Don José Berlanga, se presentó ante Jesús como un pecador, abrumado por el numeroso auditorio y anticipando que él no tiene un gran don de elocuencia, ni pretendía dejar solemnes sermones.
Refiriéndose a la imagen que tenía frente a él, dijo que para el católico, al contrario que para otras confesiones religiosas, la imagen es muy importante, porque la imagen de Jesús es la historia de nuestras vidas. Cuando acudimos a su ermita cada viernes y subimos al “Tabor” a besar su pie o tocar su manto o su mano, nos transfiguramos con Él.
DIA SEGUNDO. EL COMIENZO Y LA PALABRA
Las palabras del Génesis sobre la creación del mundo y del hombre y el comienzo del Evangelio de San Juan, nos dicen que el Hijo se hizo hermano y amigo de la Humanidad para que sintamos y conozcamos al Padre.
El Génesis, habla del pecado, pero antes habla del Paraíso y del Señor Dios, de comer, de un fruto,de la serpiente y la mujer y de comer el fruto y volverse inteligentes y abrirse los ojos y sentir la desnudez.
DIA TERCERO. EL CONOCIMIENTO: LA PARÁBOLA.
El perdón está en medio de nosotros y quién no nos ha engañado en la vida, porque la serpiente se sigue enroscando en cada uno y nos hace ver cosas que no son buenas.
El Señor dejó la derecha del Padre para volver a recrear la creación, porque el hombre estaba enemistado con Dios y necesitaba un valedor. Y es que, al contrario que nosotros, su amor es de tejas para arriba. Porque no salimos de debajo de las tejas. La vida tiene mil problemas.
DIA CUARTO. LA JUSTICIA DE DIOS.
Las personas de la estirpe de Jesús, eran personas normales, pecadores, como nosotros. Como ejemplo, el rey David que engendró a Salomón de la mujer de Urías, su general o Judá que se enamoró de Tamar, la prometida de uno de sus hijos, y la tomó como una prostituta, engendrando a Farés.
La Virgen, que resultó estar embarazada antes de vivir con su esposo, hay mucha gente que no cree que la Virgen fuera inmaculada y que María y José serían hoy la comidilla del pueblo.
QUINTO DIA. EL MENSAJE – LA BUENA NUEVA – BIENAVENTURANZAS
Explicó por qué había elegido para su predicación lecturas diferentes a las que marca la liturgia de la Iglesia y bautizó el conjunto como “SIETE EVANGELIOS PARA EL PERDÓN”, no porque hubiera siete, sino porque este número comprende toda la escritura, porque es un número simbólico en la Biblia.
Y comenzó a hablar de las primeras palabras de Dios a la Humanidad: las Bienaventuranzas. Y las adaptó a nuestro tiempo:
Dichoso el hombre que, teniendo poco, con eso le sobra y parece que tiene mucho y bendice al Señor por lo que tiene.
Dichosos los mansos, con aguante, con fidelidad a la paciencia.
Dichosa aquella persona que tenga capacidad para llorar, para regar su ser con las lágrimas; que tiene ternura, que es persona afectiva, que le afecta lo que hay a su alrededor.
Dichosos los que tienen hambre, porque es síntoma de salud en su corazón y en su mente, porque buscará su alimento y lo trabajará.
Dichosos los misericordiosos, que tratan al otro, a sus faltas, con delicadeza, que no hacen de la desdicha del otro, objeto de burla.
Dichosos los limpios, los que sacan cada día la basura de su corazón, sacando los malos pensamientos, palabras y gestos para que su ser esté limpio, para trabajar por la paz y la justicia.
SEXTO DIA. EL HIJO DEL HOMBRE. ECCE HOMO. LA HORA – LA EUCARISTÍA
Hablando de los Mandamientos y las Bienaventuranzas, dijo que no se trata de la ley y la norma, porque la Vida va más allá, no cabe en el molde de la Ley.
Y es que la Palabra nos traía un sacramento, una hora que es la tradición que procede del Señor, el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Celebramos cada domingo el día del Señor y el que falta a misa comete pecado contra el precepto dominical. ¿Por qué no vas a misa si es la hora del Señor, en que parte su Cuerpo y nos pide que lo hagamos en memoria suya, como acción de gracias, porque nos ha sacado de la muerte, del abatimiento y nos eleva?
SÉPTIMO DIA. LA PUREZA EN EL PERDÓN.
El Señor es compasivo y misericordioso. Con su venida a la Tierra nos ha hecho un gran favor, ha transformado a toda la humanidad. El sacramento de su amor es un misterio que no podemos abarcar, pero Él viene a nuestro encuentro para revelarnos su ser, para ser criaturas de Dios.
La memoria del Señor es vida encarnada en cada uno de nosotros. Cada domingo sale a buscarnos para purificar a toda la humanidad con su presencia.
OCTAVO DIA. LA GLORIA DEL PERDÓN –(no hay audio de este día)
En este día, tomando como base el salmo 85 y de Isaías 58, 9b-14 y Mateo 5, 27-32, el predicador fue desgranando su mensaje que en todo momento estuvo remarcado por la festividad del Dulce Nombre de María, al que aludió al comienzo de la Eucaristía.
Y es que, en el citado salmo, una y otra vez se pide al Señor que nos enseñe su camino para seguir su verdad, que incline su oído, que nos escuche, que proteja nuestras vidas porque somos fieles suyos que confían en su misericordia, porque el Señor es bueno y clemente, rico en perdón para los que lo invocan.
NOVENO DIA. LA UNIDAD EN EL PERDÓN
Tomando el salmo 30, tuvo como hilo conductor de su predicación el Padrenuestro, la oración con la que el Señor enseñó a orar a sus discípulos para tomar contacto con Dios y recibir la gracia y el don.
En la oración buscamos hablar con Dios mediante palabras, para que venga a nosotros su Reino.
Hay una oración que nos iguala a todos. Él nos la ha regalado, nos la ha enseñado. Ya no hay engaño porque hay una oración que hace fuerte el corazón. “Vosotros, rezad así”, este es mi camino para cada uno.
Concluyó el novenario pidiéndonos que, al salir esa noche a la calle, fuéramos iguales y que nuestra relación fuera de servicio con el prójimo.
DÉCIMO DÍA. TESTIGOS DE PERDON Y MISERICORDIA -FUNCIÓN SOLEMNE –Don Tomás Villar Salinas-
El pueblo cristiano, no olvida las acciones que el Señor ha hecho en favor suyo.
La fiesta popular, une fiesta, pueblo y fe. Cuando una de las tres se separa, se rompe la tradición.
Son fiestas de todo el pueblo, para bendecir y alabar a Dios.
Somos de Cristo crucificado que, a unos escandaliza su cruz y otros la veneramos.