YO HE VISTO…
DOS ESTRELLAS NOS ILUMINAN
Anochecía sobre Manzanares, cuando la procesión, que provenía de la explanada de la Estación, como aquel 29 de agosto, este 2 de septiembre, avanzaba lenta pero imparable, hacía la Plaza del Gran Teatro, donde, la dueña era esa noche, Nuestra Señora de Altagracia, la gente se amontonaba en las aceras, contemplando con emoción y alegría el paso de ese “trozo de madera”, tallado primorosamente, 75 años ha, por Quintín de Torre. Él, siempre mirando hacia su derecha, con una mano agarrando la Cruz y, la otra, apoyada en esa piedra que nunca menguará. Alguien, no sé quién, me invitó a mirar hacia lo alto, hacia el cielo al que todos aspiramos y me mostró dos estrellas fugaces, dos luces refulgentes que, como en un baile sin fin, giraban y giraban. De pronto, en un fugaz instante, percibí la quietud de la noche, me sentí como alguien próximo a desmayarse y, contemplé, allá, en lo alto, cómo ambos astros se fundían en uno, como si la Madre se uniera al Hijo, en un abrazo sin fin. Quizás suene a cuento y, seguro que lo es. Pero, muchas personas, esa noche, creyeron ver que el cielo bajaba a la tierra y se fundía en dos imágenes, de madera, que son todo nuestro ser, nuestra identidad, nuestra esperanza y nuestro cobijo. Aquella noche, sin pretenderlo, fuimos más de Manzanares que nunca, más hijos de Jesús y María que en cualquier otra ocasión. Fuimos felices por un momento y, ahora, que quizás soy consciente de ello, solo, por mi parte, puedo decir: GRACIAS, MADRE DE ALTAGRACIA, GRACIAS, PADRE JESUS DEL PERDÓN. Ahora, Señor, puedo marchar, porque mis ojos han visto… FGNG
Yo he visto un pueblo que ama a Jesús del Perdón y a María de Altagracia.
De histórico cabe calificar el día 2 de septiembre de 2017, para Manzanares, en que la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Esperanza, aunando voluntades, convocó a los manzanareños y manzanareñas para rememorar la llegada, el 29 de agosto de 1942, de la nueva imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón.
De mañana, los hermanos de la Junta de Gobierno, trasladaron la imagen del Patrón de los manzanareños, a un lugar cercano a las vías del tren y a la explanada de la Estación: la casa de Hermandad de la Cofradía de la Virgen de los Dolores, en la calle Trabajo y, desde allí partió, para llegar, acompañada de la Banda de Música de AMC Julián Sánchez Maroto, sobre las 20:10 horas, a la Plaza de España, donde le esperaban Don Luis Gallego Villena, consiliario de la Hermandad, autoridades municipales, con don Julián Nieva Delgado al frente, quien calificó de “histórico este día y puso en valor el trabajo de la Hermandad, con un esfuerzo grande, para llegar al día de hoy, que se recordará siempre, porque se va a ver todo lo que Jesús del Perdón significa para la mayoría, ya que, más allá de los sentimientos, independiente de cómo cada uno sienta, representa mucho para todos”, representantes de la Adoración Nocturna, de todas las cofradías de Manzanares, de seis cofradías de pueblos de la Diócesis, desplazadas ex profeso para esta celebración y un incontable número de manzanareños y manzanareñas, apiñados alrededor de la Plaza o Explanada y en las aceras del Paseo de la Estación. Por supuesto, con emoción contenida, estaban los quince componentes de la Junta de Gobierno de la Muy Ilustre, Fervorosa y Antigua Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Esperanza, organizadora e impulsora de esta singular conmemoración que, sin duda, será parte de la historia de nuestra ciudad, cuyo Hermano Mayor, Rafael-Ángel Huescar Pérez, manifestó que el acto quería ser una reafirmación en el patronazgo de Nuestro Padre Jesús del Perdón y en el cariño de Manzanares tanto a su Patrón, “icono de la ciudad”, como a su Patrona, la Virgen de Altagracia.
En un estrado, levantado al efecto, Emilio-José Lorente Roldán, dio comienzo al acto, intentando rememorar lo que pudo ser aquel día de la llegada de la imagen, cediendo la palabra a Rafael-Ángel Huescar Pérez, hermano mayor de Nuestro Padre Jesús del Perdón, que tuvo palabras de saludo, agradecimiento y acogida para todos los presentes, en nombre de la Hermandad. Cada vez iban afluyendo más personas y el día estaba llegando a su ocaso.
A continuación, siete generaciones de manzanareños, representadas en siete personas, desde el más anciano al más niño, prestaron su testimonio, recordando, cada uno, una década de las que la imagen de Jesús del Perdón, se encuentra en nuestra ciudad:
- Yo vi a un pueblo llorar de emoción, al ver bajar de un tren la imagen de Jesús caído. (Florencio Serna)
- Yo vi a un pueblo orgulloso, aquel junio de 1957 en que el pueblo otorgó a Nuestro Padre Jesús del Perdón la distinción de Alcalde honorario de Manzanares. (Mariani Callejas)
- Yo he visto a un pueblo festejar, con júbilo, en 1990, los 300 años de la fundación de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón. (Matilde López-Manzanares)
- Yo he visto a un pueblo humilde, aquel 10 de abril de 2009, de la mañana lluviosa de Viernes Santo en la que se inauguró “La mano tendida” (María Criado)
- Yo he visto a un pueblo desolado, aquella tarde del 9 de abril de 2013, que se derrumbó parte del techo de la ermita de la Vera-Cruz. (Elena Cano)
- Yo veo a un pueblo agradecido, por poder acercarse cada viernes hasta su ermita y venerar su imagen. (Ramón Lozano)
- Yo estoy viendo a un pueblo feliz, por estar unido para celebrar los setenta y cinco años desde que llegó para quedarse con nosotros, Nuestro Padre Jesús del Perdón. (Gonzalo Trujillo)
Tras una pequeña recapitulación de estos 75 años, Emilio-José, nos invitó a seguir caminando detrás de Jesús del Perdón y se inició la Procesión Extraordinaria del 75 Aniversario, que discurrió por el Paseo de la Estación, hacia la calle Toledo y la Plaza del Gran Teatro, donde a la multitud que acompañaba el cortejo procesional, le esperaba otra, ya sentada en las casi ochocientas sillas dispuestas por el Ayuntamiento, lo que hizo que más de la mitad de las más de dos mil personas que asistieron a la Eucaristía al aire libre, con las imágenes de la Virgen de Altagracia y Nuestro Padre Jesús del Perdón, permanecieran de pie durante toda la celebración.
La impresionante imagen de la Plaza del Gran Teatro y calle Toledo, abarrotadas de fieles y devotos, la pueden apreciar en las imágenes que Carlos Caba realizó, que ya son historia viva de un pueblo como el nuestro.
Presidió la celebración don Secundino Martínez Rubio, Párroco de Nuestra Señora de Altagracia concelebrando don Luis Gallego Villena, Párroco de la Asunción, junto a los sacerdotes don Jerónimo, don Miguel Francisco, el hermano de la orden de San Juan de Dios, don Ángel Santiago y el diácono permanente, don Jesús Iniesta. La música y los cantos corrió a cargo del Coro Parroquial de Altagracia.
En el momento del ofertorio, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón, ofreció a su titular el nuevo estandarte que en Alcázar de San Juan, sobre terciopelo morado, ha confeccionado el equipo del bordador Jesús Díaz Hellín, sobre lienzo de Pedro-Miguel Pérez Villegas y con vara plateada de Orfebrería Orovio.
A nuestra Patrona, la Virgen de Altagracia, para su Parroquia, la Hermandad le ofreció un cáliz y una patena, previamente bendecidos, grabados con texto alusivo a la celebración y en los que se consagraron el pan y el vino.
Don Secundino, en su homilía, comenzó diciendo que celebrábamos la eucaristía de acción de gracias por el 75 aniversario de la llegada a nuestra ciudad de la imagen, agradecidos al pasado que hemos recibido de nuestros antepasados, elevando nuestra oración por ellos, comprometidos con nuestro presente y esperanzados en el futuro, recordando la historia de su adquisición.
Dijo que, “la celebración es una llamada a continuar en el presente, con renovado compromiso, la fe que hemos recibido, porque no podemos vivir solo de recuerdos. No estamos aquí, para celebrar al Fundador difunto, porque nuestra fe no es solo recuerdo. Tenemos que hacer nuestro camino con la antorcha encendida, para ir dejando un fuego mayor a los que nos releven…” “Y, SI POR LAS MIL RAZONES QUE TIENE LA VIDA, MANZANAREÑO O MANZANAREÑA, TE HAS ALEJADO DE ESTA FE, REGRESA. Puede que haya muchas cosas que cambiar, pero regresa.”
“Miramos al pasado con gratitud y al presente con compromiso. Confiados en Nuestro Padre Jesús del Perdón y en nuestra Madre de Altagracia, encaramos el futuro con esperanza, porque lo ponemos al amparo de nuestros Patronos. A ellos encomendamos la alegría de nuestros niños, la ilusión de nuestros jóvenes, los trabajos y desvelos de los adultos, el dolor de los enfermos y el sereno atardecer de nuestros mayores. A nuestros dos Patronos, quiero encomendar esta noche a nuestra ciudad entera.”
Concluyó con algo muy hermoso: “Y que Manzanares sepa que, entre todos sus vecinos, no existe mayor grandeza que la que tiene el Señor que habita en la Vera Cruz y la que tiene su Madre, Nuestra Señora de Altagracia, la que en esta casa vive y donde a todos recibe, porque siempre está en ella, aunque hoy, excepcionalmente, ha salido a la calle para saludar la imagen de su Hijo, pero ella, por tradición, que respetamos, no es callejera. A nuestros dos mejores vecinos, les pido la bendición para todos.”
Después, continuó la procesión, por las calles Toledo, Morago y Empedrada, para llegar a la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, donde la imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón, fue recibida por el Párroco, don Luis Gallego Villena y quedó expuesta para la celebración del novenario a partir del martes 5 de septiembre, que este año predicará, el Párroco de la Asunción de Quero (Toledo), don Amos Rodríguez de Tembleque Serrano de la Cruz.
Francisco González