Ahora, que se acercan los días grandes para nuestra Hermandad, junto a nuestras fiestas de septiembre, hemos asistido el pasado 27 de febrero al viacrucis cuaresmal que, con tanto honor e interés, nos correspondía desarrollar en el templo parroquial de la Asunción. Nuestros hermanos, provistos de crucifijo y cirios, fueron recorriendo las diferentes estaciones penitenciales que se encuentran colgadas en diversos puntos del templo. Fue una ceremonia íntima, vivida y compartida por todos los presentes, en la que recordamos el camino que recorrió Jesús hacia el Calvario, arrastrando el pesado madero y soportando incontables torturas.
Al hilo de todo esto, como seguro que cada vez que entras en nuestra Ermita de la Vera Cruz, tu mirada se encamina o dirige al frente, para contemplar la bendita imagen de Nuestro Padre Jesús del Perdón y, después, a nuestra Madre de Esperanza y Misericordia, sin olvidar ese impresionante Cristo Crucificado, encima de Cristo Eucaristía, me pregunto si, en algún momento, has reparado en el precioso e impresionante viacrucis que cuelga de esas paredes, lo has contemplado y has meditado los misterios de nuestra salvación. Supongo que no. A todos nos pasa.
Por eso, hace tiempo, me entretuve en fotografiar todas y cada una de las estaciones y te ofrezco ahora sus imágenes, para que disfrutes de su contemplación y, si te apetece, medites estos misterios, esta historia, que a muchos les parecerá un disparate y que renovamos, recordamos y hacemos presente cada día, en multitud de altares de nuestro pueblo y, muy especialmente, cada viernes en el altar a los pies de nuestro titular y patrono. Que las disfrutes.
Francisco González-Nicolás Garrido.