Pregón de Corazón a Corazón

El penúltimo sábado de Agosto, en el Gran Teatro,  la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Esperanza, convocó al pueblo de Manzanares, para el tradicional Pregón de las Fiestas Patronales que, este año, ha sido el acto que ha abierto las celebraciones de estos días tan especiales, en que, con mayor intensidad de la habitual, volvemos nuestras miradas y nuestros corazones al Patrono de los manzanareños, para convertirlo, entre fiesta mundana y liturgia religiosa, en el protagonista principal y máximo exponente de un pueblo laborioso que ama las tradiciones que nos fueron legadas y se goza con Jesús, a secas, como si fuera un manzanareño más, pero que en este caso lleva el Perdón por apellido.

Fue Agustín Sánchez Sánchez-Gil (Agustín el joyero), quien, con un gran temple y maestría, condujo el acto, sabiendo poner el tempo a un acto, que, ya desde el principio, adquirió un tono intimista, con la presentación que Jesús Villegas Cano, pregonero del pasado año, hizo de su compañera de trabajo, con la que comparte “tantas horas como con su familia” y de la que describió un amplio curricullum de estudios y ocupaciones en la tarea docente, hasta llegar a ser Directora y Profesora de Lengua Castellana y Literatura de nuestro IES Azuer.

Y llegó el pregón. Y se paró el tiempo. Y nos sumergimos desde el primer “Pasa María. La puerta de mi casa está abierta”, hasta el “viva Nuestro Padre Jesús del Perdón” final, tras el cual, hubo unos segundos interminables en que nadie se movió, porque nos parecía que el pregón no podía acabar. Después, muchos aplausos y rostros complacidos por lo que, durante aproximadamente media hora, fuimos interiorizando.

Sí, interiorizando. Porque en su pregonar estaba la VIDA, esa, casi siempre interior, de una persona cualquiera, en cualquier época, a cualquier hora, en cualquier lugar. Porque Jesús, aunque nos espere en su ermita, forma parte de nuestra existencia, desde el primer hálito de vida, hasta el momento de expirar y recibirnos en sus brazos.

En su pregón, hubo un diálogo fluido, de corazón a corazón, de Padre a hija, de hija a Madre, porque también hubo algunos diálogos con la Madre de la Esperanza; recuerdos y más recuerdos, sobre todo para la familia, protagonista fundamental de su… diálogo-pregón, intimista, sereno, callado, de corazón a corazón. En él, también hubo un especial y particular recuerdo para sus… nuestras monjas de clausura, ausentes ya, pero presentes en su corazón y en los nuestros y, por qué no, en esa lágrima que alguien derramó recordándolas. Hubo canciones que componían, que formaban parte del pregón, de las del Coro Santa Beatriz de Silva; hubo recuerdos para los familiares fallecidos que, cómo no, como ella dijo, ¡qué orgullosos estarían en ese momento!

Porque, ocurre a veces, que, cuando una Hermandad como la nuestra tiene que buscar un pregonero o pregonera, no siempre es fácil dar en el clavo. Pero parece que Él, Jesús del Perdón, los conoce y los elige, valiéndose, como en este caso, “de su amigo Óscar”, al que agradeció la elección en nombre de la Hermandad. Porque los hijos de Manzanares, Señor, tus hijos queridos son, pero hay hijas o hijos, que te miran de una manera especial, que te quieren de una manera especial. Que te adoran y veneran especialmente a ti, que eres el vecino más importante, por lo menos de la calle Ancha y resto de Manzanares. Gracias Señor. Seguro que Tú estás más contento que ninguno, que ninguna. Gracias María. Que nuestra Madre de la Esperanza, te bendiga a ti y a tu familia. Que Dios te conceda muchos pregones, para seguir alabándolo y pidiéndole, porque Él no se deja ganar en generosidad.

Después, el Quinteto de Viento Airén, de Ciudad Real, nos regaló un precioso concierto, con piezas muy escogidas y mejor interpretadas y, como en este pueblo no nos gana nadie en agradecidos, tantos aplausos recibieron, que pusieron la guinda, con una adaptación especial del Himno a Nuestro Padre Jesús del Perdón, el de José Antonio Sánchez Ballesteros.

Los asistentes, salimos complacidos, valorando muy positivamente el tiempo que dejamos de estar en nuestros lugares habituales y familiares, en una tarde-noche de agosto, que tardaremos en olvidar.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies