Novenario a Nuestro Padre Jesús del Perdón 2024
Predicación: Fray Francisco Alises Romero
DIA PRIMERO – La experiencia del perdón.
Cristo, nos convoca en un recorrido de 9 días.
¿Vemos alegría en el semblante de Jesús del Perdón? ¿Es inteligente perdonar, cuando la cosa no va conmigo? ¿Qué hemos hecho para merecer la consideración de Dios?
Dios nos conoce mejor que nosotros. Debemos acercarnos a Él, con las manos abiertas del que trae lo que tiene, entre las manos. Siempre a la escucha del que, con la cruz a cuestas, te mira y te pide que remes mar adentro.
El objetivo es, que salgas henchido, con la satisfacción de haberte encontrado con Dios.
DIA SEGUNDO – Acontecimientos que nos transforman.
Que nos impulsan y nos hacen ponernos en pie. Básicos en la vida de cada uno.
¿Quién se presenta en una fiesta, para pasarlo mal?
El Maestro, coloca las cosas en su justo sitio. No haremos nada sin Jesús, porque Él sostiene siempre la Cruz que apunta al cielo.
Podemos quedarnos en lo terrenal o en lo trascendente, en lo divino.
En la Cruz, quedan suspendidos nuestros dolores y nuestros sufrimientos.
Contemplamos a Jesús del Perdón con la mano en la piedra. La otra, sostiene la Cruz. No se desprende de lo terreno y se apoya en el barro. Todo para nuestra salvación.
DIA TERCERO – La mayor obra de arte – (Is. 35, 4-7ª)
Para mirar, se requiere de un aprendizaje y, para escuchar, también. Lleva toda la vida aprender.
El rostro de Jesús, es un rostro sufriente, dolorido por las humillaciones.
DIA CUARTO – Ábrete – La carga de la palabra y el hecho.
La auténtica belleza, está en la redención de todos los hijos de Dios.
Jesús se movió entre lo más bajo de la sociedad de su tiempo, para demostrarnos que el mal y el pecado, están sometidos al amor de Dios, que puede y quiere cuidar de cada uno de nosotros.
El mal, parece tener más poder que nosotros. La sordera nos hace desconectarnos del mundo, encerrarnos en nuestro pequeño círculo y nos hace insensibles a lo de más allá.
¿Cómo vamos a escuchar así? Necesitamos un “Éfeta” de Jesús del Perdón.
La Cruz, es el instrumento de nuestra salvación.
DIA QUINTO – Manos extendidas.
Para ofrecer lo que cada uno es y lleva dentro.
Dispuestos a poner a los pies de Nuestro Padre Jesús del Perdón, nuestra vida entera. Con la mirada fija en el Señor, no atreviéndonos a dar el primer paso.
Manos que no quieren mancharse en el barro fangoso de las necesidades ajenas.
Las de Nuestro Padre Jesús del Perdón, se extienden hacia delante, esperando que tú las agarres.
DIA SEXTO – ¿A quién seguimos?
Jesús señala a doce apóstoles para que le sigan en el camino, para ser los heraldos del evangelio.
No podemos evadirnos. Cristo es una referencia total en nuestras vidas. Todo un Dios con la rodilla clavada en la tierra, con un camino lleno de pruebas y compañías dudosas, caminando hacia la muerte.
Despreciado e insultado, con una corona de espinas y una cruz como báculo.
No seguimos a alguien de buena fama, ni que nos vaya a dar una vida sosegada.
DIA SÉPTIMO – El momento es apremiante.
En el último tercio de la novena, fijemos nuestra mirada en Nuestro Padre Jesús del Perdón, para llegar preparados a la fiesta.
¿Nos creemos la llamada a la felicidad de las Bienaventuranzas?
La teoría y la realidad, no siempre son líneas coincidentes. La sociedad, nos está ofreciendo fórmulas para alcanzas la felicidad.
La paradoja es, que la felicidad es de los pobres, hambrientos, los que lloran y los perseguidos. Jesús nos está queriendo decir algo más. Su felicidad no trata del estado de bienestar. Eso no es felicidad, es egoísmo y narcisismo.
¿Quién no tiene problemas o no sufre? La felicidad de Jesús, es regalada.
DIA OCTAVO – Amados por Dios, amados de verdad.
Nos toca agachar la cabeza, porque no hemos alcanzado el nivel que nos marca el evangelio hoy.
Para seguir a Jesús, hay que armarse de valor y acercarse con humildad, porque no damos la talla.
¿Cómo se puede recibir tanto amor, cuando no se ha dado lo suficiente? El amor edifica. ¿Quién no reclama si le roban? La clave no puede estar en lo propio, sino en la confianza del que está por encima de nosotros: Nuestro Padre Jesús del Perdón.
DIA NOVENO – Tú, a tu patatar.
Hablamos de miradas que pueden delatarnos y que van ligadas con nuestro ser. El ego, no nos permite ver al otro, tal cual es: Querido y amado por Dios.
¿De qué nos podemos vanagloriar, si hasta la vida se la debemos a nuestros padres?
Jesús del Perdón, nos insta al sentido común, que nos insta a la caridad, conscientes de que la perfección solo la hallaremos en Dios.
La caridad con el hermano, no es algo que salga de mí, sino que me ha sido encomendada.
DIA DÉCIMO – Misa de hermanos (Don Benito Huertas)
¿Se puede exaltar la cruz y el sufrimiento?
Nos cuesta entender la Cruz. El Papa dice que, solamente podemos entrar en ese misterio, de rodillas, en la oración y con lágrimas, para entender la cruz o viviéndola, porque la Cruz, es un camino de amor de Dios hacia los hombres, un camino de amor y, si amamos de verdad, podremos entrar en ese misterio.
Si no me doy, si no me entrego, difícilmente entenderé la Cruz. Y el que no ama, no entiende el misterio de la Cruz.
DIA DÉCIMO – Función solemne (Fray Francisco Alises)
Día de gozo y alegría. Día de júbilo y fiesta, para venerar y dar gracias a Nuestro Padre Jesús del Perdón, bandera indiscutible de unidad y redención.
La felicidad que sentimos hoy, es el reflejo fiel de felicidad eterna y verdadera que, tendríamos ya ganada, si nos creyéramos la frase del evangelio de “tanto amó Dios al mundo…” Esta frase, debe derrumbarnos por lo abrumadora y chocante e impactante.
¿Qué sucede, cuando el Sol –Nuestro Padre Jesús del Perdón- se va del horizonte?
Que nos quedamos a oscuras y nos damos de bruces contra los muros de la casa.