Tras la Guerra Civil, en los momentos de la reconstrucción de nuestra Ermita, se excavó, en el subsuelo de la nave central, un sótano o cripta, en la que se habilitaron medio centenar de nichos, para recoger los restos de manzanareños víctimas de la contienda.
Dado que los citados enterramientos no fueron autorizados por el Obispado y las normas civiles prohibían tales sepulturas en iglesias, aquella utilidad no se llegó a llevar a efecto y, en 1.987, en Junta de Gobierno, se adoptó el acuerdo de realizar las obras de acondicionamiento de la citada cripta, para crear un museo en el cual exponer al público los ornamentos y objetos sagrados y litúrgicos, así como otro tipo de piezas y documentos antiguos, procedentes de donaciones o adquisiciones a o de la Hermandad.
Los trabajos conducentes a ello, junto con el acondicionamiento de un salón de juntas en la planta primera e instalación de calefacción en todo el edificio, estuvieron dirigidos por el arquitecto don Manuel López de los Mozos y el aparejador don Francisco Lozano y, ejecutados por los operarios del maestro albañil don César Sánchez Maroto y se desarrollaron durante varios meses de 1.988.
Por lo que respecta a la cripta, como se puede observar en las imágenes del archivo de la Hermandad de aquella época, realizadas por el fotógrafo Francisco Camacho, supusieron el acondicionamiento de las instalaciones, con 22 vitrinas de gran tamaño, reconstrucción de bóvedas y arcos, instalación de solados, electricidad, fontanería, iluminación, un pequeño altar, etc., para acoger utensilios, prendas litúrgicas y objetos, más o menos valiosos que, artísticamente colocados y bien iluminados, forman a día de hoy, treinta y seis años después, con las incorporaciones llevadas a cabo, por nuevas donaciones o adquisiciones, como se puede apreciar en las fotos del año 2017 de Carlos Caba, un curioso museo, que forma parte de la historia de Manzanares.
La inauguración, tuvo lugar el 14 de septiembre de 1988, siendo bendecidas las instalaciones por los sacerdotes manzanareños, don Alfredo Manjavacas García del Pozo y don Manuel Ramos Criado y por el Párroco de la Asunción de Nuestra Señora, don Joaquín Moreno-Chocano Simal. Estuvo presente el Alcalde de Manzanares, don Miguel-Ángel Pozas Sánchez-Gil y su corporación municipal, junto a la Junta de Gobierno de la Hermandad, presidida por Eugenio García-Pozuelo Manzaneque, el tan recordado Hermano Mayor que, junto a las sucesivas Juntas de Gobierno, tantas realizaciones llevaron a cabo en su extenso mandato. También asistieron numerosos hermanos de la cofradía y un buen número de devotos de Nuestro Padre Jesús del Perdón.
Hermosa obra, en un espacio silente, que invita al visitante al recogimiento y a recrearse en la intimidad del recinto. Entre todo lo que puede verse, está la escultura de bronce de Juan Sánchez, titulada “La Piedad” y, también, una maqueta de la Plaza de la Constitución, realizada a escala, entre 1936 y 1942, por don José Ruiz de Martín Esteban y don Alfonso Ruiz Caballero, que pueden observar en detalle, en las fotos de Carlos Caba, que acompañan a la presente. También hay muchos objetos de carácter religioso, medallas, rosarios, cordones, casullas, vasos sagrados, custodias y un largo etcétera, que puede contemplarse visitándola. Pueden hacerlo requiriendo al santero para poder acceder en las horas de apertura de la Ermita.
Bibliografía: Diario Lanza. – Canfali. – Revista Siembra. –
Fotografías: Archivo de la Hermandad, Manuel Rodríguez Mazarro y Carlos Caba Cantero.